Durante más de 30 años, he puesto mi corazón en la creación de bolsos de cuero que cuentan una historia. Cada pieza refleja mi pasión por el diseño atemporal y la artesanía meticulosa. Trabajando junto a mi hija Marie, quien crea joyas elegantes con la misma dedicación, elaboramos piezas sostenibles y significativas para ser apreciadas por generaciones. Cada puntada, cada detalle está hecho con amor, compartiendo contigo un pedazo del viaje de nuestra familia.

Mi viaje comenzó hace más de 30 años en el corazón del taller familiar, donde la artesanía se convirtió en un estilo de vida.

Cada bolso que creo refleja mi pasión por el diseño atemporal y mi creencia en la belleza del trabajo hecho a mano.

Ahora, junto a mi hija Marie, que aporta su propio arte a la joyería, seleccionamos materiales sostenibles para crear piezas que son tan bellas como significativas.

Desde el primer boceto hasta la última puntada, nuestras manos están presentes en cada paso, asegurando que cada creación lleve consigo un pedazo de nuestro amor y dedicación.

No son solo productos, son reliquias hechas para ser apreciadas toda la vida.

Creciendo en el taller de mi madre Ella, observaba cómo sus manos daban vida al cuero, transformando materiales simples en tesoros atemporales. Inspirada por su dedicación, encontré mi propia pasión en crear joyas que cuentan su propia historia y complementan a la perfección sus bolsos hechos a mano.

Cada pieza que diseño está creada con cuidado e intención, usando materiales sostenibles para aportar belleza y significado a tus momentos cotidianos.

Juntas, mi madre y yo ponemos nuestro corazón en cada detalle, creando accesorios que no solo son elegantes, sino profundamente personales: piezas hechas para ser apreciadas y transmitidas de generación en generación.